
Leyendo hoy el artículo que firma Pedro Rojas en el Diario La Verdad, donde habla de la mejoría y la mayor aportación de Andriuskevicius desde que Quim Costa fue destituido, me ha venido a la mente otro caso que tuvo algo similar a éste.
Fue cuando llegó Trifón Poch a Alicante, allá por enero de 2004, y por aquel entonces Junyent andaba totalmente perdido y deshauciado por Luis Casimiro. Recuerdo que asistí a uno de los primeros entrenamientos de Trifón y tuvo una larga conversación en un rincón con Oriol, a partir de entonces su participación en el equipo subió en minutos y en aportación estando por encima de los 10 de valoración durante 5 partidos seguidos al poco de llegar Trifón, mientras que venía de no llegara a 10 durante las 10 jornadas anteriores.
Los casos son distintos, pero el fondo tiene algo de común, y es el hecho de cómo un entrenador, bien por sus manías, por su filosofía o a saber qué... pero puede hacer que un jugador pase de ser un renegado a tener más responsabilidad y a mejorar su juego.
Esperemos que el bueno de Martynas sepa aprovechar esta oportunidad y nos ayude mucho con sus centímetros y su calidad.
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