Foto: Jose F. Martínez - Fundación Lucentum |
La Fundación Lucentum afrontaba anoche su último test antes del comienzo de la liga el próximo domingo a las 12:15 ante Sammic ISB. La derrota sufrida ante Covirán Granada dejó al descubierto carencias y desajustes que se deben mejorar de cara al arranque liguero.
El conjunto granadino ha vencido en dos ocasiones a la Fundación Lucentum esta pretemporada y, en el partido de anoche, demostró que supo leer mejor y aprovechar las debilidades del equipo de Kuko Cruza.
El Lucentum fue incapaz de encontrar un equilibrio en su juego. Los interiores de Fundación Lucentum apenas recibían balones en ataque y las situaciones de ataque acababan una y otra vez en la búsqueda de un lanzamiento exterior. El desacierto de nuestros lanzadores hacía que el equipo granadino cerrara cada vez mejor su defensa interior, impidiendo canastas de los pívots y también situaciones cómodas para las acciones de penetración de jugadores como Bowie.
El resultado: un abuso del tiro exterior que, como el año pasado, suele ser sinónimo de partido complicado o de derrota. El equipo alicantino lanzó 30 triples (7/30), mientras que solo se lanzaron 25 tiros de dos puntos (14/21).
Enfrente, un equipo correoso, con jugadores que mostraron mucha intensidad defensiva y que tuvieron en el incombustible Jesús Fernández a la auténtica referencia de su juego. El jugador alicantino firmó 15 puntos (6/6 en tiro de 2), pero además absorbía la atención de la defensa alicantina generando múltiples opciones a sus compañeros. Nuestros interiores se mostraron incapaces de anular su juego.
El equipo alicantino echó en falta el acierto de jugadores como Porcher (1/6 en tiro), Xavi Hernández (1/6 en tiro) o Fuentes (3/11 en tiro).
Nuestros interiores solo intentaron seis lanzamientos en todo el partido.
Adrian Bowie fue el único jugador que se mostró acertado en su juego, pero no fue recurso suficiente para sacar adelante un partido que deja al descubierto que el equipo todavía tiene trabajo por delante antes del arranque liguero.
Bowie fue el más acertado en ataque, porque defiende como mi abuela.
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